¡Hola, Hola! Si últimamente sientes que tu ropa se ajusta un poco más o que al sentarte, tu abdomen se marca más de lo usual, podrías estar enfrentando una acumulación de grasa abdominal.
Muchas veces, asumimos que subir de peso es una consecuencia natural de envejecer, y nos encontramos justificando nuestras elecciones al comprar tallas más grandes. Pero, ¿realmente es solo una cuestión de estética?
Debemos entender la grasa abdominal:
Más allá de cómo nos hace ver o sentir, la grasa en nuestro cuerpo nos habla sobre nuestra salud. Aunque es común pensar que la forma en que acumulamos grasa puede ser hereditaria, dado que familias enteras parecen tener patrones similares, ¿no será que en realidad está más vinculado a nuestros estilos de vida compartidos?
Quiero que entienda que la salud va más allá de la estética:
La cuestión no es solo cómo lucimos, sino cómo nos sentimos y, lo más importante, cómo funciona nuestro cuerpo. Además, tener un exceso de grasa abdominal puede influir en otros aspectos de nuestra vida, como nuestra energía y vida sexual.
¿Qué podemos hacer al respecto?
Nuestro cuerpo refleja lo que comemos.
Evita:
Fritos y rebozados
Postres con exceso de azúcares y grasas
Mayonesa y salsas procesadas
Refrescos y bebidas azucaradas
Helados comerciales
Comida rápida
Snacks y golosinas en exceso
Embutidos y carnes procesadas
Galletas y panes blancos
En su lugar, prioriza:
· Verduras frescas: llena tu plato de hojas verdes y complementa con vegetales de diversos colores.
· Frutas: especialmente las de bajo índice glicémico como los frutos rojos.
· Granos y cereales integrales: te proporcionarán energía sostenida y sensación de saciedad.