Hola, Hola…!!!!!
En mi constante búsqueda por mejorar nuestra salud y bienestar, quiero hablarles hoy de un poderoso aliado que a veces pasa desapercibido: el ayuno.
¿Sabían que el ayuno puede ayudarnos a combatir la inflamación?
Entonces, ¿cómo interactúa el ayuno con la inflamación?
Cuando practicamos el ayuno, nuestro cuerpo puede enfocarse en otras funciones, como la reparación celular y la reducción de la inflamación, en lugar de gastar energía en la digestión. Algunos tipos de ayuno, como el ayuno intermitente, pueden estimular la autofagia, un proceso en el que nuestras células “limpian” sus componentes dañados y potencialmente inflamatorios.
¿Qué pasa con los ayunos extensos de 36 y 48 horas?
Los ayunos de 36 a 48 horas pueden tener un impacto significativo en la reducción de la inflamación corporal. Durante estos periodos de ayuno, nuestro cuerpo no consume calorías, lo que puede ayudar a:
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Reducir la producción de citoquinas, que son proteínas que fomentan la inflamación.
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Aumentar la producción de antioxidantes, que protegen nuestras células del daño.
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Disminuir la cantidad de grasa corporal, que sabemos está relacionada con la inflamación.
Sin embargo, es importante que consulten a un médico antes de iniciar cualquier régimen de ayuno, sobre todo si tienes tiempo que no realizas cheque médico y especialmente si tienen alguna condición médica preexistente.
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Comiencen con períodos de ayuno más cortos, como de 12 o 16 horas.
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Aumenten la duración de sus ayunos gradualmente, según se sientan cómodos.
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Manténganse hidratados, beban mucha agua y otros líquidos durante el ayuno, no deben consumir bebidas que contengan azúcar.
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Eviten el ejercicio intenso durante el ayuno, recomiendo caminar.
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Debes estar alerta de tus pensamientos pues ellos sabotean un poco el no comer, y tratan de que no logres tus metas de ayuno.
¡Recuerda siempre decidirte por tu salud!
¡Bye, bye!